Campaña de recogida de firmas

La ermita de Alcozar perece en su agonía. Los hielos del invierno resquebrajan sus muros. El regañón o el cierzo hacen volar sus tejas. Maltrecha, herida y olvidada, muere desierta al lado de otros muertos.
Sólo las golondrinas quebrantan su silencio. Se nos va poco a poco, sin quejas ni lamentos. Su poquedad ya es tanta que duele hasta el pensarlo. Y
rueda piedra a piedra sin contención, sin freno, sin mano amiga que evite su caída. Sólo las lagartijas se solazan tranquilas sobre dovelas rotas y canecillos hoy de borroso esculpido. La humedad, la escarcha y la carcoma pudren artesonados de los que apenas queda nada. La lluvia lame sus desnudas paredes y arrastra tras de sí restos de sus pinturas románicas. El vendaval arranca capiteles que yacen en el suelo rotos y amontonados en figuras grotescas. Sólo su soledad se huele desde lejos.

Crecen los cardos donde antes hubo tumbas. Hierbas y musgo se adueñan del recinto. Zarzas y espinos florecen altaneros para robar la poca dignidad que queda entre estas ruinas. Sólo alguna paloma, que despistó su vuelo, aletea al socaire de tristes modillones a punto de exhalar su último suspiro. ¿Dejaremos que la ermita románica de Alcozar se muera en nuestras manos? Si crees que existe algún remedio, si piensas que, aunque tarde, los organismos públicos competentes pueden oír tu voz; si estás dispuesto/a a luchar hasta el final por recuperar alguna brizna de su dignidad y de la nuestra, firma este escrito y remítelo también al máximo número de personas posible. La Asociación Alcozar, los alcozareños de hecho, de derecho y adopción, la página web http://www.alcozar.net y el foro Gensoria agradecen de antemano tu colaboración.
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