| PINGAR EL MAYO por Agustín Morales Aparicio y Javier Morales Carballo (1994)
Pingando el mayo (1995)
La fiesta de "pingar el mayo" se realizaba el día uno de mayo. En un principio se cortaba el mejor de los árboles, luego se iba a por una picota (rama) de un enebro, y después se empalmaba en el mayo, arriba del todo. Algunas veces hasta se han visto nidos de pájaros en la cima de dicho árbol, pues éste permanecía "pingado" en la plaza durante todo el mes de mayo. Se iba con un carro repleto de gente para poder carga el mayo. A los individuos que iban en el carro se les sorteaba el carro o los dos o tres machos, para ver a quién tocaba ponerlo. A algunos les tocaba poner el carro, y a otros les tocaba poner el macho. El árbol se subía a la plaza y allí se pingaba.
Transportando el mayo (1995)
Para hacer esto, en primer lugar había que hacer un pozo muy hondo en la plaza (delante del juego de pelota o frontón). También se llevaban unas estacas de madera en forma de tijeras, y con ellas su sujetaba el mayo mientras se iba "pingando". Luego se le ponía una soga de la que se tiraba desde las ventanas de la Casa de Villa y de la casa de Crisantos (una soga a cada lado). Los hombres contaban hasta tres, y así se iba levantando la viga hasta que llegaba a ponerse el mayo derecho. Para finalizar, tenían que echar tierra al pozo o agujero y taparlo bien para que el mayo quedara sujeto al suelo. Después subía el que se atrevía a quitar las cuerdas que se habían atado a la viga. Este árbol quedaba así plantado en la plaza todo el mes, es decir, desde el día uno de mayo (que se plantaba) hasta el día uno de junio (que se tiraba). Cuando el árbol se secaba, le tocaba a uno del pueblo, quien tenía que pagar un dinero para quedarse con él. Con este dinero se hacía una merienda para todos aquellos que habían colaborado en "pingar" y quitar el mayo.
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