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CANCIONES JUVENILES (I)

PÁGINA COLECTIVA. Puedes enviar la canción que recuerdes y que no se haya incluido todavía en el cancionero de Alcozar y la añadiremos.

 

Recogeremos aquí las canciones propias de los jóvenes que habían concluido su ciclo escolar.

 

La división en infantiles, para párvulos, escolares y juveniles no es más que un intento de clasificación basada en la frecuencia con que la gente de diferente edad entonaba las canciones.

 


 

CANCIONES DE CORRO

Alguna de las canciones de corro habían sido tocadas con anterioridad por los gaiteros para amenizar los bailes de ciertos días de fiesta. Cuando los tradicionales dulzaineros fueron sustituidos por las orquestas de música, buena parte de estas canciones se emplearon en los juegos de corro que amenizaban los descansos que hacían los músicos.

 

foto capturada del vídeo "Alcozar. Milenio de Piedra Sillada" (Fermín García de Blas)

 

AL JARDÍN DE LA ALEGRÍA (Jesús del Amo Milia)

Al jardín de la alegría

quiere mi madre que vaya,

por ver si me sale un novio

los mejores de España.

Vamos los dos, los dos, los dos,

vamos los dos en compañía,

vamos los dos, los dos, los dos,

al jardín de la alegría.

 

 

TARDE DE MAYO (Felicitas Pastor Romero)

Tarde de mayo

corté una flor,

era encarnada,

mi dulce amor.

Era encarnada,

la deshojé,

y al deshojarla,

me enamoré.

Yo para ti,

tú para mí,

y a mi morena,

la dejo así,

sola en el baile,

solita ya,

sola en el baile

se quedará.

 

 

AL SALIRME DE LA HABANA (Victoria Cabrerizo Pastor)

Al salirme de La Habana

de nadie me despedí,

sólo de un perrito chino

que venía tras de mí.

El perro, como era chino,

un señor me lo compró

y me dio mucho dinero

y unas botas de charol.

Las botas se me rompieron

y el dinero se acabó;

me quedé sin el perrito

al que dijo adiós, adiós.

 

A ESA QUE ESTÁ EN EL MEDIO / versión 1 (Asun Hernando Lamata)

A esa que está en el medio

se le ha caído el volante,

y no lo quiere coger

porque está el novio delante.

Ay, chundará, taratachunda,

ay, chundará, taratachún,

ay, chundará, las señoritas

que llevan el polisón.

Las señoritas de ahora

dicen que no beben vino;

debajo del polisón

llevan el jarro escondido.

Ay, chundará, taratachunda,

ay, chundará, taratachún,

ay, chundará, las señoritas

que llevan el polisón.

 

A ESA QUE ESTÁ EN EL MEDIO / versión 2 (M. Cruz Hernando Lamata)

A esa que está en el medio

se le ha caído el volante,

y no lo quiere coger

porque está el novio delante.

Ay, chundará, taratachunda,

ay, chundará, taratachín,

ese novio que tú tienes,

ese novio no es pa' ti.

Ese novio que tú tienes,

ese novio te lo quito,

y me divierto con él

como si fuera un perrito.

 

NI LA ROSA NI EL CLAVEL (M. Cruz Hernando Lamata)

Ni la rosa ni el clavel,

ni la más hermosa flor

igualan con tus colores,

prenda mía del querer.

El recuerdo que tú me dejaste

a la cándida luz de la luna;

yo no puedo querer más que a una,

y esa una, mi vida, eres tú.

Pues veo que sí,

pues veo que no;

si tú tienes huerto,

jardín tengo yo;

si tú no lo riegas,

lo regaré yo.

 

LAS VARAS DE SAN JOSÉ (Vane SH)

Las varas de San José

todos los años florecen;

la vergüenza de los hombres

se ha perdido y no aparece.

Es el baile de la carrasquilla,

es un baile muy disimulado,

que en hincando la rodilla al suelo,

todo el mundo se queda parado.

Alevanta, levanta, María,

alevanta, levanta, José;

que en pueblo no se baila así,

que en mi pueblo se baila de espaldas.

Mariquita menea esas faldas,

Mariquita menea esos brazos;

que en mi pueblo no se usa eso,

que se usa un abrazo y un beso.

Pues veo que sí,

pues veo que no;

si tú tienes huerta,

jardín tengo yo;

si tú no lo riegas,

lo regaré yo.

 

ESTABA LA PÁJARA PINTA (Asun Hernando Lamata)

Estaba la pájara pinta

sentada en el verde limón;

con el pico picaba la hoja,

con el pico picaba la flor.

Ay, ay, ¿dónde estará mi amor?

Ay, ay, ¿cuándo le veré yo?

Me arrodillo a los pies de mi amante,

le levanto al instante.

Dame la mano,

dame la otra;

un besito con tu boca,

la reverencia,

la media vuelta,

la vuelta entera.

Yo soy la viudita

del conde Laurel,

quisiera casarme

y no sé con quién.

Contigo sí,

contigo no;

contigo niña

me he de casar yo.

 

ESA QUE HAY EN EL MEDIO (M. Cruz Hernando Lamata)

Esa que hay en el medio

parece boba, parece boba,

pero para los chicos

se pinta sola, se pinta sola.

Ven a mis brazos,

te adoraré,

y para siempre

tu amor seré.

Siga, siga la rueda,

siga la rueda,

que esos ojos, morena,

me causan pena,

me causan pena.

 

 

¿QUÉ HACES AHÍ, MOZO VIEJO? (Vane SH)

¿Qué haces ahí, mozo viejo,

que no te casas?

que te estás arrugando

como las pasas.

Que dame la mano,

que dámela

con firmeza,

lechuguino de mi amor,

para ver la verbena

solitos los dos.

Que salga la dama, dama,

vestida de marinero

y el que no tenga dinero,

será carita de cielo.

Lucero del alma mía,

lucero de mi querer,

los pollos en la cazuela

son pocos y saben bien.

Echarles un poco de ajo

y un poquito de laurel,

y sírvelos a la mesa

que son buenos de comer.

Este cuerpo,

este talle;

este poquito meneo,

y esta niña tan bonita

que vale tanto dinero.

 

 

YENDO A POR AGUA A LA FUENTE (Cristina Rejas del Amo)

Yendo a por agua a la fuente,

si no tienes compañera,

si quieres que te acompañe,

rosa de la primavera.

Divierte, niña, divierte, llanto,

qué dolor de pena, qué dolor de llanto;

qué dolor de pena,

qué dolor de llanto ¡y olé!

que yo contigo

lo bailaré, lo bailaré.

Con la paleta yo lo bailaba,

con la paleta lo suspiraba,

con la paleta...

que su madre la dio

y un paletazo...

que la mató, que la mató.

 

 

LA TARARA

La Tarara, sí,

la Tarara, no,

la Tarara, madre,

me la bailo yo.

Tiene la Tarara

un vestido blanco

con lunares rojos

para el Jueves Santo.

La Tarara, sí,

la Tarara, no,

la Tarara, madre,

me la bailo yo.

Tiene la Tarara

unos pantalones

que de arriba a abajo

todo son botones.

La Tarara, sí,

la Tarara, no,

la Tarara, madre,

me la bailo yo.

Tiene la Tarara

unas pantorrillas

que parecen varas

de colgar morcillas.

La Tarara, sí,

la Tarara, no,

la Tarara, madre,

me la bailo yo.

Tiene la Tarara

un dedito malo,

que no se lo cura

ningún cirujano.

La Tarara, sí,

la Tarara, no,

la Tarara, madre,

me la bailo yo.

Tiene la Tarara

unos calzoncillos

que de arriba a abajo

todo son bolsillos.

La Tarara, sí,

la Tarara, no,

la Tarara, madre,

me la bailo yo.

Lleva la Tarara

un vestido verde,

lleno de volantes

y con cascabeles.

La Tarara, sí,

la Tarara, no,

la Tarara, madre,

me la bailo yo.

Dice la Tarara

que no tiene novio,

y tras de la puerta

tiene un San Antonio.

La Tarara, sí,

la Tarara, no,

la Tarara, madre,

me la bailo yo.

Tiene la Tarara

un vestido blanco

que se pone negro

cuando baila tanto.

La Tarara, sí,

la Tarara, no,

la Tarara, madre,

me la bailo yo.

Luce la Tarara

su cota de seda

sobre las retamas

y la hierbabuena.

La Tarara, sí,

la Tarara, no,

la Tarara, madre,

me la bailo yo.

Tiene la tarara

un cesto de frutas

que, si se las pido,

me las da maduras.

La Tarara, sí,

la Tarara, no,

la Tarara, madre,

me la bailo yo.

 

AL LEVANTAR UNA LANCHA (Juan Carlos Heras Morales)

Al levantar una lancha,

una jardinera vi

regando sus lindas flores,

y al momento la seguí,

y al momento la seguí.

—Jardinera, tú que entraste

en el jardín del amor,

de las flores que tú riegas,

dime cuál es la mejor,

dime cuál es la mejor.

—La mejor es una rosa

que se viste de color,

del color que se le antoja

y verde tiene la hoja,

y verde tiene la hoja.

—Tres hojitas tiene verdes

y las demás encarnadas,

y a ti te escojo, capullo,

por ser la más resalada,

por ser la más resalada.

—Muchas gracias, jardinera,

por el gusto que has tenido,

tantas niñas en el corro

y a mí sola me has cogido,

y a mí sola me has cogido.

 

 

A LA FLOR DEL ROMERO

A la flor del romero,
romero verde,
si el romero se seca
ya no florece.
Ya no florece,
ya ha florecido,
a la flor del romero
que se ha perdido.

 

 

SAN FERMÍN

Uno de enero,
dos de febrero,
tres de marzo,
cuatro de abril,
cinco de mayo,
seis de junio,
siete de julio

San Fermín.
A Pamplona hemos de ir,
con una media,
con una media,
a Pamplona hemos de ir
con una media y un calcetín.

 

 

NI TÚ, NI TÚ

Ni tú, ni tú, ni tú,
ni tu hermana la pequeña,
ni tú, ni tú, ni tú,
ni tu hermana la mayor,

que se llama como yo.

Tenemos un defecto,

tenemos un defecto,

tenemos un defecto,

que no nos da por presumir;

poco no, mucho sí.

 

 

VAMOS A LA IGLESIA

Vamos a la iglesia

que hay mucho que ver,

que se casa un hombre

con una mujer.

La mujer es tuerta

y el hombre no ve;

¡vaya casamiento

que vamos a hacer!.

 


 

CANCIONES DE RONDA

Era frecuente que las canciones de ronda se entonaran también como canciones de corro o de paseo.

 

foto 1995

 

QUISIERA VOLVERME YEDRA (Alejandro García Romero)

Quisiera, quisiera,

quisiera volverme yedra

y subir, y subir,

y subir por las paredes,

y entrar en, y entrar en,

y entrar en tu habitación

por ver el, por ver el,

por ver el dormir que tienes.

 

 

LOS CHOPOS (Carmen Andrés Hernando)

Los chopos,

los chopos,

los chopos de la Ribera

ya tienen,

ya tienen,

ya tienen todos tu nombre;

los escri,

los escri,

los escribí con la punta

de mi na,

de mi na,

de mi navaja campera.

 

 

VUELA, VUELA, PALOMITA (Eusebia Romero Riaguas)

—Vuela, vuela, palomita,

vuela, vuela al palomar;

no te vayas tan solita, palomita,

yo te quiero acompañar.

—Si me das, si me das esa boquita,

su dora, su dorado pico abría;

unos me, unos me dicen que hablaba

pero yo, pero yo no lo entendía.

—Vuela, vuela, palomita,

vuela, vuela al palomar;

no te vayas tan solita, palomita,

yo te quiero acompañar.

 

 

AL OLIVO SUBÍ (Paco Pastor del Amo)

Al olivo, al olivo, al olivo subí,

por cortar una rama del olivo caí;

del olivo caí, quién me levantará,

y es la chimorena que la mano me da;

que la mano me da, que la mano me dio,

y es la chimorena y es la que quiero yo;

y es la que quiero yo y es la que he de querer,

y es la chimorena y ha de ser mi mujer;

y ha de ser mi mujer y mi mujer será,

y es la chimorena que la mano me da;

que la mano me da, que la mano me dio,

y es la chimorena y es la que quiero yo.

 

 

LÍMPIATE CON MI PAÑUELO (Paco Pastor del Amo)

Límpiate con mi pañuelo,

yo lo lavaré mañana

en la orillita del río

a la corriente del agua.

Anda resalada, resalada, resalero,

anda resalada, límpiate con mi pañuelo.

Tendido está en los zarzales

el pañuelito de seda,

aquel que me regalastes

para los días de fiesta.

Anda resalada, resalada, resalero,

anda resalada, límpiate con mi pañuelo.

 

 

ADIÓS, CON EL CORAZÓN (Ana Pastor Romero)

Adiós, con el corazón,

que con el alma no puedo.

Y al despedirme de ti,

de sentimiento me muero.

Tú serás el bien de mi vida,

tú serás el bien de mi alma,

tú serás el pájaro pinto

que alegre canta por la mañana,

tú serás el pájaro pinto

que alegre canta por la mañana.

Dicen que no nos queremos

porque no nos ven hablar;

a tu corazón y al mío

se lo pueden preguntar,

se lo pueden preguntar.

Que tú eres el mar

y yo soy la arena,

que yo no voy sola,

que el agua me lleva.

Tú serás el bien de mi vida,

tú serás el bien de mi alma,

tú serás el pájaro pinto

que alegre canta por la mañana,

tú serás el pájaro pinto

que alegre canta por la mañana.

 

 

LAS BARANDILLAS DEL PUENTE / versión 1 (Eusebia Romero Riaguas)

Las barandillas del puente

se menean cuando paso;

de ti solita me acuerdo,

de las demás no hago caso.

De aquella morena

que está en el balcón por detrás,

con los ojos me hace señas

y me roba el corazón.

De aquella morena

que está en el balcón por detras,

tengo yo una borrachera

que no me valgo tener.

Salgo de la taberna

y me voy al café.

De aquella morena

que está en el balcón por detrás.

 

 

LAS BARANDILLAS DEL PUENTE / versión 2  (Crispina Encabo de Blas)

Las barandillas del puente

se menean cuando paso.

De ti solita me acuerdo,

de las demás no hago caso;

que dame la mano

tú, paloma mía.

Dame la mano, paloma,

para subir a tu nido,

que han dicho que duermes sola

y ningún galán contigo;

que dame la mano

tú, paloma mía.

 

 

LAS BARANDILLAS DEL PUENTE / versión 3 (Asunción Pastor Romero)

Las barandillas del puente

se menean cuando paso.

De ti solita me acuerdo,

de las demás no hago caso.

Si vas a San Blas,

tráeme un San Blasín,

que no sea grande

ni muy chiquíin.

Ni muy chiquitín,

ni muy chiquitín,

si vas a San Blas,

tráeme un San Blasín.

 

 

UN AVE CON TANTA PLUMA (Victoria Cabrerizo Pastor)

Un ave con tanta pluma

no se puede mantener,

y un escribano con una

mantiene hijos y mujer.

Cuando pasa por la calle,

los pajaritos le cantan,

porque sabe que, como ellos,

tiene fina la garganta.

Dicen que tienen veneno

los cabellos de una rubia,

aunque tengan solimán,

cabellos de rubia quiero.

El día que tu naciste,

nacieron todas las flores,

y en la pila del bautismo

cantaron los ruiseñores.

Una estrella se ha perdido

y en el cielo no parece,

en tu cara se ha metido

y en tus ojos resplandece.

Cuando pasas por mi puerta

y no me dices adiós,

ni las ánimas benditas

pasan las penas que yo.

Allá va la despedida

y no la quisiera echar,

porque es la media noche,

y nos vamos a acostar.

 

 

A TU PUERTA HEMOS LLEGADO (Victoria Cabrerizo Pastor)

A tu puerta hemos llegado

cuatrocientos en cuadrilla,

si quieres que te cantemos,

saca cuatrocientas sillas.

A todos les das claveles,

¡ay, morena de la plaza!

a todos les das claveles

y a mí me das calabazas.

Quisiera verte y no verte,

quisiera amarte y no amarte;

quisiera pegarte un tiro

pero no quiero matarte.

Eres como aquella mata

que llaman la falaguera,

que en la noche de San Juan

florece, grana y se seca.

En la noche de San Juan,

¡ay, cómo te jaleabas!

con tus zapatitos nuevos

y con las medias caladas.

Me tirastes un limón,

me pegastes en la cara;

todo lo paga el amor

de las niñas resaladas.

 

 

YO NUNCA HABLO MAL DEL VINO (Justino Romero Pastor)

Y yo nunca hablo mal del vino,

porque el vino bien me sabe;

y yo hablo de la "tabarnera"

que a mí me lo da de balde;

y a mí me lo da de balde,

y yo nunca hablo mal del vino.

 

 

NO SE PUEDE TENER VIÑA (Justino Romero Pastor)

No se pue' tener viña junto al camino

porque todo el que pasa corta un racimo.

Corta un racimo, niña, corta un racimo;

no se pue' tener viña junto al camino.

Y de ese modo, y de ese modo,

me la van vendimiando poquito a poco.

 

 

TÚ ERES LA ROSA (Eusebia Romero Riaguas)

Tú eres la rosa

y yo soy el lirio;

quién fuera cordón bello

de tu justillo

para entrar en tu cuarto

y dormir contigo,

porque hace mucho tiempo

que no he dormido.

 

 

NOCHE TRANQUILA Y SERENA (Justino Romero Pastor)

Noche tranquila y serena

es buena para rondar,

para los enamorados

es buena la oscuridad.

Marinerito, arría la vela

que está la noche tranquila y serena.

 

 

MANDAMIENTOS DEL AMOR (Beatriz García Puentedura)

Los diez mandamientos, niña,

te voy a contar, paloma,

para que me tengas en sí

y me lleves en memoria.

El primer mandamiento:

la primera cosa es amar;

te llevo en el pensamiento

y no te puedo olvidar.

El segundo: yo he jurado

más de dos mil juramentos

sólo para que tú me lleves

en oculto y en secreto.

El tercero: es ir a misa,

yo no estoy con devoción;

sólo estoy pensando en ti,

prenda de mi corazón.

En el cuarto: yo perdí

a mis padres el respeto,

sólo por hablar contigo

palabras de casamiento.

En el quinto: no matar,

eso sí que no hago yo;

yo soy la puerta, señores,

y tú la que me mató.

Dama que estás al balcón

y después te metes dentro,

haces pecar a los hombres

en el sexto mandamiento.

En el séptimo: no hurtar;

yo hurtar, no hurto a nadie,

sólo hurto a una niña

si no me la dan sus padres.

En el octavo: no levantar

falso testimonio a nadie,

como a mí me los levanta

una niña de esta calle.

En el noveno: no desear

ninguna mujer ajena,

como a mí me la desean

para casarse con ella.

El décimo: no codiciar;

yo no vino codiciando,

que lo que codicio yo

es un matrimonio santo.

Los diez mandamientos, niña,

sólo se encierran en dos:

es quererte y que me quieras

para casarnos los dos.

 

 

DICEN QUE NO NOS QUEREMOS (Guadalupe de Blas del Amo)

Dicen que no nos queremos,

porque no nos visitamos;

las visitas son de noche

para los enamorados.

Tú serás el bien de mi vida,

tú serás el bien de mi alma,

tú serás el pájaro pinto

que alegre canta por la mañana.

Dicen que no nos queremos,

porque no nos ven hablar;

a tu corazón y al mío

se lo pueden preguntar.

Tú serás el bien de mi vida,

tú serás el bien de mi alma,

tú serás el pájaro pinto

que alegre canta por la mañana.

Adiós, con el corazón,

que con el alma no puedo;

al despedirme de ti,

de sentimiento me muero.

Tú serás el bien de mi vida,

tú serás el bien de mi alma,

tú serás el pájaro pinto

que alegre canta por la mañana.

 

 

DAME UN BESITO, AMOR (Engracia de Blas del Amo)

Dame un besito, amor.

No te lo puedo dar,

que no acostumbro yo

a los hombres besar.

Y si te beso a ti,

me podría acostumbrar

y, una vez acostumbrada,

me podrían criticar.

No te critico, no,

ni te criticaré;

si un beso no me das,

pronto te olvidaré.

No me olvides, no,

que un beso te daré,

y ahora que estamos solitos,

y ahora que nadie nos ve;

y ahora que estamos solitos,

y ahora que nadie nos ve.

 

 

QUÍTATE DE ESA ESQUINA (Juana Alonso Romero)

Quítate de esa esquina,

majo, que llueve;

deja correr el agua

por donde suele.

Que tienes una cara

de pedigüeña,

tuya, mía, alcahueta.

Cuando vas al "beile"

te pones hueca.

Si me pongo hueca,

a ti no te importa,

que el galán que me ronda

pesetas tiene.

Si tiene pesetas,

que las enseñe;

te compraré un vestido

de azul y verde.

Después de comprarlo

se le da fuego,

ya verás cómo arde

el vestido nuevo.

 

 

ESTABA UN PASTOR UN DÍA (Fe Puentedura Lafuente)

Estaba un pastor un día

de amores muy descuidado;

pasó una señora y dice:

—Pastor, me traes en cuidado. Sí, sí.

—No he tratado con usted,

responde el villano vil;

—Tengo el ganado en la sierra

y a mi ganado he de ir. Adiós.

—Pastor, si has de ser mi majo,

también te daré mi coche

pa' que vayas a rondar

las mocitas por la noche. Adiós.

—Ni quiero a usted ni a su coche,

responde el villano vil;

tengo el ganado en la sierra

y a mi ganado he de ir. Adiós.

—Pastor, si has de ser mi majo,

ya sabes que duermo sola,

tengo el portal rodadero

y tranco con una bola. Sí, sí.

—Allá arriba, en aquel alto,

más abajo, en aquel cerro,

me están domando un cachavo

y embadajando un cencerro. Adiós. 

 


 

CANCIONES DE PASEO

Algunas de estas canciones se entonaban indiferentemente durante los paseos o para jugar al corro.

 

 

El Ebro guarda silencio (Carmen Andrés Hernando)
El Ebro guarda silencio

al pasar por el Pilar,
la Virgen está dormida,
la Virgen está dormida,
no la quiere despertar.
Un carretero que viene
cantando por el rabal,
lleva en el toldo pintada,
lleva en el toldo pintada
a la Virgen del Pilar.
Con trigo de Cinco Villas
viene de Sierra de Luna
y en los collerones llevan
campanas, campanas,
campanas las cinco mulas.

Besos de nieve y de cumbre
lleva el aire del Moncayo,
y las mulas van haciendo
heridas, heridas,
heridas al empedrado.
Cruzando el puente de piedra
se oye una brava canción.
En las torres las campanas,
en las torres las campanas
están tocando a oración.

El perro del carretero
juega con la mula torda,
y es que sabe que han llegado,
llegado, llegado,
que han llegado a Zaragoza.
Dos besos traigo en los labios
pa’ mi Virgen del Pilar:
uno me lo dio mi madre,
uno me lo dio mi madre,
el otro mi Soledad.
El Ebro guarda silencio
al pasar por el Pilar,
la Virgen está dormida,

la Virgen está dormida,
no la quiere despertar.

 

 

DESDE SANTURCE A BILBAO (Mari Carmen Aparicio Muñecas)
Desde Santurce a Bilbao
vengo por toda la orilla
con la falda remangada,
luciendo la pantorrilla.
Vengo deprisa y corriendo

porque me oprime el corsé,
voy gritando por las calles:

¿Quién compra?
¡Sardina frescué!
Mis sardinas,

qué ricas son,
son de Santurce,

las traigo yo.
La del primero me llama,
la del segundo también,
la del tercero me dice:
¿a cómo las vende usted?
Yo le contesto que a cuatro,
ella me dice que a tres;
cojo mi cesta y me marcho:

¿Quién compra?
¡Sardina frescué!

 

 

YA SE VAN LOS PASTORES (Angelines Pastor Riaguas)

Ya se van los pastores a la Extremadura,

ya se van los pastores a la Extremadura,

ya se queda la sierra triste y oscura,

ya se queda la sierra triste y oscura.

Ya se van los pastores hacia la majada,

ya se van los pastores hacia la majada,

ya se queda la sierra triste y callada,

ya se queda la sierra triste y callada.

Ya se van los pastores, ya se van marchando,

ya se van los pastores, ya se van marchando,

más de cuatro zagalas quedan llorando,

más de cuatro zagalas quedan llorando.

 

 

YO ME QUERÍA CASAR (Irene Alejandre del Amo)

Yo me quería casar,

yo me quería casar

con un mocito barbero,

con un mocito barbero.

Y mis padres me querían,

y mis padres me querían

monjita de un monasterio,

monjita de un monasterio.

Una tarde de verano,

una tarde de verano 

me sacaron de paseo,

me sacaron de paseo.

Y al revolver una esquina,

y al revolver una esquina,

había un convento abierto,

había un convento abierto.

Salieron cuatro monjitas,

salieron cuatro monjitas

todas vestidas de negro,

todas vestidas de negro.

Me cogieron de la mano,

me cogieron de la mano,

y me metieron adentro,

y me metieron adentro.

Me sentaron en la silla,

me sentaron en la silla

y me cortaron el pelo,

y me cortaron el pelo.

Me empezaron a quitar,

me empezaron a quitar

los adornos de mi cuerpo,

los adornos de mi cuerpo:

pulseritas de mis manos,

pulseritas de mis manos,

anillitos de mis dedos,

anillitos de mis dedos,

pendientes de mis orejas,

pendientes de mis orejas,

gargantillas de mi cuello,

gargantillas de mi cuello.

Lo que más sentía yo,

lo que más sentía yo,

era mi mata de pelo,

era mi mata de pelo.

 

 

EL CARBONERO (Daniel Romero Puentedura)

Madre, mi carbonero no vino anoche

y le estuve esperando hasta las doce.

Carbón, carbón de encina y picón,

carbón de encina, picón de olivo,

niña bonita, vente conmigo.

Madre mi carbonero vino de Vélez

y en el sombrero trajo cuatro claveles.

Carbón, carbón de encina y picón,

carbón de encina, picón de olivo,

niña bonita, vente conmigo.

Lleva mi carbonero en el sombrero

un letrero que dice: por ti me muero.

Carbón, carbón de encina y picón,

carbón de encina, picón de olivo,

niña bonita, vente conmigo.

 

 

CUANDO IBA EL DOMINGO A MISA (Emilio Rodríguez Pérez)

Cuando iba el domingo a misa,

mis galanes conmigo vinieron,

y mis padres que me sorprendieron,

a monjita me quieren meter.

¡Ay, sí, sí! ¡Ay, no, no!

A monjita me quieren meter.

Muchachitos, llorad mi tristeza,

han cortado mis rubios cabellos,

ondulados, tan largos y bellos,

muchachitos, llorad como yo.

¡Ay, sí, sí! ¡Ay, no, no!

Muchachitos, llorad como yo.

 

 

¿DÓNDE VAS, ALFONSO XII? (Victoria Cabrerizo Pastor)

¿Dónde vas, Alfonso XII,

dónde vas, triste de ti?

Voy en busca de Mercedes

que ayer tarde no la vi.

Si mercedes ya se ha muerto,

muerta está, que yo la vi:

cuatro duques la llevaban

por las calles de Madrid.

La caja era de oro

forrada de carmesí

y las flores que llevaba

la cubrían: ¡más de mil!

Pobre niña sevillana,

sin empezar a vivir,

a tus dieciocho años

ya dejaste de existir.

El rey se muere de pena;

sin ti no puede vivir;

no halla alivio ni consuelo,

como tú, se va a morir.

Era linda y candorosa,

parecía un serafín;

era tierna y primorosa

como una rosa de abril.

España llora su muerte;

la llora todo Madrid.

¿Dónde vas Alfonso XII,

dónde vas, triste de ti?

 

 

TE VI SUBIR AYER TARDE (Crispina Encabo de Blas)

Te vi subir ayer tarde

por la segunda alameda,

luciendo tu saya verde

y el pañuelito de seda.

Dime dónde vas, morena,

dime dónde vas, salada;

dime dónde vas, morena,

y a las tres de la mañana.

Voy al jardín de Valencia

a decirle al jardinero

que me dé una rosa blanca,

que en mi jardín no la tengo.

Dime dónde vas, morena,

dime dónde vas, salada;

dime dónde vas, morena,

y a las tres de la mañana.

Voy a la fuente del Oro

a beber un vaso de agua,

que me han dicho que es muy buena

beberla por la mañana.

Dime dónde vas, morena,

dime dónde vas, salada;

dime dónde vas, morena,

y a las tres de la mañana.

Voy a la plaza de al lado

a decirle a mi marido:

"¡son las tres de la mañana!"

y el bandido no ha venido.

Dime dónde vas, morena,

dime dónde vas, salada;

dime dónde vas, morena,

y a las tres de la mañana.

 

 

LOS CORDONES QUE TÚ ME DABAS (Teodora Pastor Puentedura)

Los cordones que tú me dabas

ni eran de seda ni eran de lana,

ni eran de lana ni eran de seda;

todos me dicen que no te quiera.

Todos me dicen que no te quiera;

no me cortejes más en las eras.

No me cortejes, mozo, embustero,

que mis amores son de un minero.

Eres buena moza, sí,

cuando por la calle vas,

eres buena moza, sí,

pero no te casarás.

Pero no te casarás,

carita de serafín,

pero no te casarás

porque me lo han dicho a mí.

 

 

UNA MAÑANITA FRESQUITA DE MAYO (Guadalupe de Blas del Amo)

Una mañanita fresquita de mayo

cogí mi caballo y me fui a pasear

por la senda donde mi morena,

gentil y risueña, solía pasar.

Yo la vi que cortaba una rosa,

yo la vi que cortaba un clavel,

yo la dije: jardinera hermosa,

que dame una rosa del rico vergel.

Y eso que me pides, ya te lo daré,

pero si me juras que nunca has tenido

rosas en la mano de otra mujer.

Yo te juro, te juro, te juro,

yo te juro y te juraré,

yo te juro que nunca he tenido

rosas en la mano de otra mujer.

 

 

YA ESTÁ EL PÁJARO PINTO (Crispina Encabo de Blas)

Ya está el pájaro pinto

puesto en la esquina;

ten, tenedor, cara, caracol, tenedor,

puesto en la esquina,

esperando que pase

la golondrina;

ten, tenedor, cara, caracol, tenedor,

la golondrina.

Si yo soy golondrina,

tú eres coqueta;

ten, tenedor, cara, caracol, tenedor,

tú eres coqueta,

que cuando vas al "beile",

te pones hueca;

ten, tenedor, cara, caracol, tenedor,

te pones hueca.

Si yo me pongo hueca,

puedo ponerme;

ten, tenedor, cara, caracol, tenedor,

puedo ponerme,

que el galán que me ronda

pesetas tiene;

ten, tenedor, cara, caracol, tenedor,

pesetas tiene.

Pues si tiene pesetas,

que lo demuestre;

ten, tenedor, cara, caracol, tenedor,

que lo demuestre;

y te compre un vestido

de seda verde;

ten, tenedor, cara, caracol, tenedor,

de seda verde.

Y después de comprado,

se le da fuego;

ten, tenedor, cara, caracol, tenedor,

se le da fuego,

ya verás cómo arde

el vestido nuevo;

ten, tenedor, cara, caracol, tenedor,

el vestido nuevo.

 

 

ERES ALTA Y DELGADA (Susana Morales Carballo)

Eres alta y delgada como tu madre,

morena, salada, como tu madre.

Bendita sea la rama que al tronco sale,

morena, salada, que al tronco sale.

Toda la noche estoy

niña pensando en ti;

yo de amores me muero

desde que te vi, morena salada,

desde que te vi.

Desde que te vi con la pata de palo,

dije para mi: malo, malo, malo, malo.

Desde que te vi con la pata de madera,

dije para mí: pa' tu abuela, pa' tu abuela.

 

 

DE TU CASA A LA MÍA

De tu casa a la mía

no hay más un paso,

pun, catapún, chispún,

gori, gori, gori, sun, sun, sun,

no hay más que un paso, pun.

Si quieres pasar pasa

que yo no paso,

pun, catapún, chispún,

gori, gori, gori, sun, sun, sun,

que yo no paso, pun.

La hija del alcalde,

la más pequeña,

pun, catapún, chispún,

gori, gori, gori, sun, sun, sun,

la más pequeña, pun.

La que esconde los huevos

bajo la leña,

pun, catapún, chispún,

gori, gori, gori, sun, sun, sun,

bajo la leña, pun.

 

 

NA VEIRA

Ojos verdes son traidores,

ojos verdes son traidores,

azules son mentireiros,

los negros y acastañados

son firmes y verdadeiros,

los negros y acastañados

son firmes y verdadeiros.

Na veira, na veira,

na veira do mar,

había una barquiña

para ir a navegar,

para ir a navegar,

para ir a navegar,

na veira, na veira,

na veira do mar.  

Cinco sentidos tenemos,

cinco sentidos tenemos,

los cinco necesitamos,

pero los cinco perdemos

cuando nos enamoramos,

pero los cinco perdemos

cuando nos enamoramos.

Na veira, na veira,

na veira do mar,

había una barquiña

para ir a navegar,

para ir a navegar,

para ir a navegar,

na veira, na veira,

na veira do mar.

No sé qué verán los mares,

no sé qué verán los mares;

miro sin ver lo que veo,

pero a pesar de no verte

sé muy bien cuánto te quiero,

pero a pesar de no verte

sé muy bien  cuánto te quiero.

Na veira, na veira,

na veira do mar,

había una barquiña

para ir a navegar,

para ir a navegar,

para ir a navegar,

na veira, na veira,

na veira do mar.

Hoy te vi pasar el río,

hoy te vi pasar el río,

con zuequiños de madeira;

ibas arremangadiña

al pasar por la ribeira,

ibas arremangadiña

al pasar por la ribeira.

Na veira, na veira,

na veira do mar,

había una barquiña

para ir a navegar,

para ir a navegar,

para ir a navegar,

na veira, na veira,

na veira do mar.

 

 

ASTURIAS, PATRIA QUERIDA

Asturias, patria querida,

Asturias de mis amores;

¡quién estuviera en Asturias

en algunas ocasiones!

Tengo que subir al árbol,

tengo que cortar la flor,

y dársela a mi morena

que la ponga en el balcón;

que la ponga en el balcón,

que la deje de poner,

tengo que subir al árbol

y una flor he de coger.

 

DE COLORES (Elena Aparicio de Andrés)

De colores,
de colores se visten los campos

en la primavera.

De colores,

de colores los pájaros raros

que vienen de fuera.

De colores,

de colores es el arco iris

que vemos salir.

Y por eso

de muchos colores

las niñas bonitas

me gustan a mí;

y por eso

de muchos colores

las niñas bonitas

me gustan a mí.

Canta el gallo,

canta el gallo con el quiri quiri,

quiri quiri quiri.

La gallina,

la gallina con el cara cara,

cara cara cara.

Los polluelos,

los polluelos con el pío, pío,

pío pío pa.

Se arma un lío

con el quiri quiri,

con el cara cara,

con el pío pa.

Se arma un lío

con el quiri quiri,

con el cara cara,

con el pío pa.

 

 

VENTANA DE ORO, VENTANA

Ventana de oro, ventana;

ventana de oro, ventana,

de plata los travesaños;

la niña que cierra y abre

no tiene veintidós años,

ole con ole, morena,

no tiene veintidós años.

 


 

CANCIONES DE SAN JUAN

 

foto 1995

 

NOCHE DE SAN JUAN (Victoria Cabrerizo Pastor)

En la noche de San Juan qué bien te jaleabas,

con tu zapatito blanco y tu media calada.

Me tirastes un limón, me distes en el pelo,

todo lo trae el amor bonito y resalero.

Me tirastes un limón, me distes en la frente,

ya no te puedo querer, morena reluciente.

Me tirastes un limón, me distes en la cara,

ya no te puedo querer, morena, resalada.

San Juan, San Juan y la Magdalena

fueron, fueron a buscar bellotas;

San Juan, San Juan llevaba zapatos

y la, y la Magdalena botas.

 

 

A COGER EL TRÉBOLE (Iris Pastor Pastor)

A coger el trébole,

el trébole, el trébole;

a coger el trébole

los mis amores van.

A coger el trébole,

el trébole, el trébole;

a coger el trébole

la noche de San Juan.

—Qué quieres que te traiga,

que voy a Madrid;

qué quieres que te traiga,

que voy a Madrid.

—No quiero que me traigas,

no quiero que me traigas,

no quiero que me traigas,

que me lleves sí,

que me lleves sí.

 

EL SOL SE LLAMA LORENZO (Guadalupe de Blas del Amo)

El sol se llama Lore, Lorenzo,

el sol se llama Lore, Lorenzo,

y la luna, Catalina.

Cuando Lorenzo se acuesta,

cuando Lorenzo se acuesta,

se leva, levanta Catalina.

 

 

TRES HOJITAS, MADRE (Amparo Gil Ruiz)

Tres hojitas, madre, tiene el arbolé,

tres hojitas, madre, tiene el arbolé,

tiene el arbolé, tiene el arbolé.

Inés, Inés, Inesita, Inés.

Las dos en la rama, la otra en el pie,

las dos en la rama, la otra en el pie,

la otra en el pie, la otra en el pie.

Inés, Inés, Inesita, Inés.

Dábales el aire, jaleábanse,

dábales el aire, jaleábanse,

jaleábanse, jaleábanse,

Inés, Inés, Inesita, Ines.

Debajo del puente retumba el agua,

debajo del puente retumba el agua,

retumba el agua, retumba el agua,

Inés, Inés, Inesita, Inés.

 

 

AL LADO DE MI CABAÑA / versión 1 (M. Antonia Heras Morales)

Al lado de mi cabaña

tengo una huerta y un madroñal,

al lado de mi cabaña

tengo una huerta y un madroñal;

con la cabaña y la huerta, leré,

y los madroños, leré,

te quiero más;

con la cabaña y la huerta, leré,

y los madroños, leré,

te quiero más.

En casa del tio Vicente,

con tanta gente, qué pasará,

en casa del tio Vicente,

con tanta gente, qué pasará;

son los mocitos del pueblo, leré,

que con las mozas, leré,

quieren bailar,

son los mocitos del pueblo, leré,

que con las mozas, leré,

quieren bailar.

 

 

AL LADO DE MI CABAÑA / versión 2 (Catalina Aparicio Pastor)

Al lado de mi cabaña

tengo una huerta y un madroñal,

al lado de mi cabaña

tengo una huerta y un madroñal;

con la cabaña y la huerta, leré,

y los madroños, leré,

te quiero más;

con la cabaña y la huerta, leré,

y los madroños, leré,

te quiero más.

En casa del tio Vicente,

con tanta gente, qué habrá, qué habrá,

en casa del tio Vicente,

con tanta gente, qué habrá, qué habrá;

el hijo se va soldado, leré,

la Marusiña, leré, preñada está;

el hijo se va soldado, leré,

la Marusiña, leré, preñada está.

 


 

CANCIONES DE FIESTAS Y OTRAS

 

foto capturada del vídeo "Alcozar. Milenio de Piedra Sillada" (Fermín García de Blas)

 

Estas estrofas se cantaban durante las fiestas de los pueblos, tanto del propio como de las aldeas circundantes. En esas ocasiones aparecía la rivalidad propia de vecinos y una competencia que se mostraba en la letra de las canciones y, a veces, emprendiéndola a cantazos los unos contra los otros. La finalidad tanto de las canciones como de las algaradas no era otra que la de intentar hacerse con el control de la mozas.

NO HAY QUIEN PUEDA (Javier Morales Carballo)

No hay quien pueda,

no hay quien pueda

con la gente forastera,

forastera, forastera,

no hay quien pueda,

no hay quien pueda.

Y si te quieres casar

con las chicas de aquí,

tienes que ir a buscar

un enchufe a Madrid;

un enchufe a Madrid,

un enchufe a Bilbao,

si te quieres casar

con las chicas de al la'o.

 

 

SOMOS DE ALCOZAR (Miguel García Arroyo)

Somos de Alcozar, señores,

no lo podemos negar,

y por eso les decimos:

¡viva la formalidad!

¡Viva la formalidad!,

¡viva la formalidad!

Somos de Alcozar, señores,

no lo podemos negar.

 

 

AMIGOS, COMPAÑERITOS (Isma Pastor Pastor)

Amigos, compañeritos,

no tengáis pena,

no tengáis pena;

si no nos quieren las mozas,

que no nos quieran,

que no nos quieran;

si no nos quieren las guapas,

que no nos quieran,

que no nos quieran;

si no nos quieren las guapas,

nos qui'en las feas,

nos qui'en las feas;

si no nos quieren las feas,

que no nos quieran,

que no nos quieran;

si no nos quieren las feas,

nos quién las llaves de la bodega.

Al amanecer

se marcha el tren,

se va mi amor,

yo me voy con él.

 

 

VALE MÁS LA BUENA UNIÓN (David Pastor Pastor)

Vale más la buena unión

que tenemos los sorianos,

que en teniendo una peseta

en vino nos la gastamos;

en vino nos la gastamos,

en vino nos la gastamos;

vale más la buena unión

que tenemos los sorianos.

 

 

A MÍ ME GUSTA LO BLANCO (M. Carmen del Hoyo Prada)

A mí me gusta lo blanco,

viva lo blanco, muera lo negro;

que lo negro es cosa triste,

yo soy alegre y no lo quiero.

A mí me gusta la gaita,

viva la gaita, viva el gaitero;

a mí me gusta la gaita

que tenga el fuelle de terciopelo.

 

 

POR EL RÍO NERVIÓN (Juan Luis Santamaría Gutiérrez)

Por el río Nervión

bajaba un submarino,

rumba, larrumba, larrún;

por el río Nervión

bajaba un submarino,

rumba, larrumba, larrún;

cargado de mocitas

y pellejos de vino,

rumba, larrumba, larrumba

la rumba del cañón;

cargado de mocitas

y pellejos de vino,

rumba, larrumba, larrumba

la rumba del cañón.

Si no tienes un duro,

no te arrimes a nadie,

rumba, larrumba, larrún;

si no tienes un duro,

no te arrimes a nadie,

rumba, larrumba, larrún;

en cambio si lo tienes,

las chicas a millares,

rumba, larrumba, larrumba,

la rumba del cañón;

en cambio si lo tienes,

las chicas a millares.

rumba, larrumba, larrumba,

la rumba del cañón.

 

 

AL ENTRAR EN EL PUEBLO (Amancio Vicente Riaguas)

(esta jota se solía cantar al entrar en Alcozar después de haber estado en la fiesta de algún pueblo vecino)

Al entrar en el pueblo,

qué cantaremos:

que preparen la cena,

que ya "venemos";

que ya "venemos", madre,

que ya "venemos";

al entrar en el pueblo,

qué cantaremos.

 


 

CANCIONES VARIAS

 

CANCIÓN DE LA GITANICA (Araceli Puentedura Muñecas)

Aquí está la gitanica,

la que sabe tus "guarías"[1],

los secretos de tu vida

por escondidos que estén,

los secretos de tu vida

por escondidos que estén.

 Dame la mano, salado,

y te leeré la ventura;

la gitanica te jura

que has de ser "afortunao".

 Y has de ser un buen casado

y padre de cuatro hijos,

has de tener seis cortijos

"titicos" y "enarbolaos".

 Y tu hijo, el más delgado,

será padre de la iglesia,

será un "protento"[2] en la "sensia"[3];

los demás serán "casaos".

 Con estos "churemeniyos"[4],

aquí está la gitanica,

y dale una limosnica

y te acertará un secretico;

y dale una limosnica

y te acertará un secretico.

 Estás muy "ensasonado"[5],

y estás con una "chiquiya",

que se llama "Mariquiya";

mira si lo he "asertao";

que se llama "Mariquiya";

mira si lo he "asertao".

 Estás muy "ensasonado",

y te aflige una "peniya",

y eso es que la "Mariquiya"

te "tray"[6] lo que has "birlapao"[7];

y eso es que la "Mariquiya"

te "tray" lo que has "birlapao".

 Dios te dé mucha salud

a ti y a la gitanica,

porque con esa "cariya"

me estás diciendo "churrú".

 


[1] Guaridas.

[2] Portento.

[3] Ciencia.

[4] Churumbelillos, niños pequeños.

[5] Desazonado, inquieto.

[6] Trae.

[7] Ganado, sobre todo referido al juego.

 

 

Rosita la postinera (Araceli Puentedura Muñecas)

En el jardín de Rosita,

a la sombra una palmera,

donde se hallaba Rosita,

Rosita la postinera.

Doroteo el artillero

que al otro lado se hallaba,

se sentó junto a Rosita

por ver si la camelaba.

Rosita la postinera,

sin ti no puedo vivir,

si no estás enamorada,

y enamórate de mí.

Y Rosita le contesta

con la sonrisa en los labios,

no pienso de echarme novio

hasta cumplir veinte años.

Mucho me se hace que se halle,

se halle Rosita sin novio,

tiene los pechos crecidos

y requiere matrimonio.

A un marqués quiere Rosita,

muy a lo alto te vas,

tienes la cabeza loca,

 no sé si te casarás.

Bien sabes tú, Doroteo,

que no me quedo soltera,

tengo un jardín muy bonito,

no faltará quien le quiera.

Ese jardín que tú tienes

suele tener muchos nombres,

y a veces suele llamarse

la perdición de los hombres.

Perdición es para mí,

bien sabes que no te quiero,

toda la vida y he estado

en busca de un artillero.

Cuídalo bien, cigarrera,

que no se lo lleve el viento.

No hay una chica tan guapa

pues debajo el firmamento.

Sola, sin padre y sin madre,

sin marido y sin dinero,

toda la vida y he estado

en busca de un artillero.

 

 

LA CLARA (Araceli Puentedura Muñecas)

La Clara cuando va a misa
se pone en el altar mayor
con el librito en la mano
pidiéndole a Dios perdón.
¡Ay la Clara, la Clara, la Clara!
que antes era sosa y ahora resalada.
¡Ay guindilla, guindilla, guindilla!
que ya no te quiere la de la toquilla.
La Clara cuando va al baile
forma corro alrededor
habla, canta, toca y baila
hasta la puesta del sol.
¡Ay la Clara, la Clara, la Clara!
que antes era sosa y ahora resalada.
Albardero, albardero, albardero
que ya no te quiere la hija del herrero.
La Clara cuando va a misa
lleva terrones de azúcar
para darlos a los mozos
y que no la llamen puta
¡Ay la Clara, la Clara, la Clara!
que antes era sosa y ahora resalada.
¡Ay guindilla, guindilla, guindilla!
que ya no te quiere la de la toquilla.
Es la Clara la mocita
más bonita que se vio
y que a todos los mocitos
calabazas siempre dio.
¡Ay la Clara, la Clara, la Clara!
que antes era sosa y ahora resalada.
¡Ay guindilla, guindilla, guindilla!
que ya no te quiere la de la toquilla.

 

 

Padre Nuestro  (Mari Cruz Hernando Lamata)

Padre nuestro,

que estás en los cielo,

qué niña tan guapa,

qué mata de pelo.

Santificado

sea el tu nombre,

qué bien te lo peinas,

qué bien te lo pones.

Tus ojos, niña,

son dos luceritos,

que van alumbrando

aquel caminito.

Tus orejas, niña,

con esos pendientes,

están alumbrando

tu cara y tu frente.

Tus pechos, niña,

son dos fuentes claras,

donde yo bebiera,

si tú me dejaras.

Tu tripa, niña,

es un tamboril,

donde yo tocara

el tirintintín.

Tu zapato blanco,

las medias de seda,

las hebillas de oro

quién te las pusiera.

Ya vamos llegando

a partes secretas,

donde yo no puedo

dar razones ciertas.

Ya vamos llegando

a partes ocultas

donde yo no puedo

dar razones justas.

 


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